¿Sentiste alguna vez el sol sobre la piel?
¿Sentiste el aire puro entrar en tus pulmones y llenarte de vida, fuerzas, ganas de correr, sonreir y abrazar con los brazos extendidos a todo lo que te rodea?
¿Sentiste al ver el rostro amado la sangre fluir por tus venas, y la necesidad de su abrazo?
Sos joven, seguramente lo sentiste.
¿Sentiste el placer de beber cuando tenías sed, de comer cuando tenías hambre, descansar cuando estabas cansada, hacer el amor cuando tu impulso natural te lo pedía?.
Lo sentiste. Todos lo sentimos.
¿Alguna vez sentiste miedo a algo cuando eras chica? ¿Mucho miedo?. No sentiste la necesidad en ese preciso instante del abrazo tierno y seguro de tu mamá? ¿Y tal vez de alguna palabra de aliento?...
Probablemente también en algún momento sientas miedo, vergüenza, frustración, desamparo, soledad, y no haya nadie que te apoye. ¿Te sentís así en este momento?
Hoy late una vida en tu vientre. Es tu hijo el que necesita de vos. Es él el que necesita sentirte.
El necesita sentir el sol sobre la piel, hinchar sus pulmones y vivir, necesita tu abrazo, necesita beber, comer, descansar y alguna vez quizás hasta hacer el amor…
Tal vez en este momento sienta miedo. Miedo de perderte, mucho miedo. Miedo a que no lo ames, miedo a que lo rechaces. Necesita en éste preciso instante una caricia de su mamá que lo haga sentir seguro, tal vez una palabra de amor…
Probablemente así como vos en este momento sienta miedo, desamparo, soledad y no haya nadie que lo apoye.¿Cómo se sentirá en este momento?.
Sin embargo él puede ayudarte más a vos que lo que vos a él.
El puede hacerte sentir mamá, agradecerte cada día con una sonrisa el que lo hayas dejado vivir y hacerte sentir orgullosa de tu decisión. Mostrarte en su rostro tu reflejo y hacerte feliz todo el resto de tus días.
De su muerte te vas a arrepentir toda tu vida. De ser mamá no te vas a arrepentir nunca…
Adriana Silvia Díaz
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